Lo
había anticipado en un mensaje a la nación italiana por el fin de año y
cumplío. El presidente italiano,Giorgio Napolitano, de 89 años, renunció este
miércoles por razones de edad tras casi una década al frente de la
tercera economía de la eurozona.
La carta de renuncia fue presentada a la presidenta de la Cámara
de Diputados, Laura Boldrini, quien deberá convocar una asamblea
conjunta con el Senado y los representantes de 20 regiones para elegir un sucesor a este veterano
militante antifascista.
UNA ELECCIÓN QUE SE ANUNCIA DIFÍCIL
Las votaciones deberán iniciarse en quince días,
tal como dispone la Constitución. Sin embargo, la elección del sucesor de
Napolitano se anuncia difícil ya que la derecha y la izquierda no
lograron ponerse de acuerdo hasta
ahora sobre un candidato de consenso. De hecho, Napolitano había sido reelecto
en 2013 después de que los partidos políticos fuesen incapaces de decidir un
sucesor.
El
candidato al cargo más importante y estable del país, con mandato de siete
años, es tradicionalmente una personalidad por encima de los
partidos y una
figura que garantiza el equilibrio de la vida
política, ya que es la única persona con derecho a disolver el
Parlamento y a convocar elecciones legislativas anticipadas. El cargo será ocupado en forma transitoria por el presidente
del Senado, Pietro Grasso.
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