El líder del movimiento xenófobo alemán "Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente" (Pegida), Lutz Bachmann, anunció que renunciaba a su cargo luego de que se publicara una una foto suya en la que imite al líder nazi Adolf Hitler.
Interrogado por la revista Bild, el líder de Pegida explicó que se había sacado esa foto en chiste "en la peluquería" cuando salió la versión de audio de un libro satírico de Timur Vermes sobre Hitler titulado "Ha vuelto" (2012).
PEGIDA, UN MOVIMIENTO XENÓFOBO
Aparecido en octubre con protestas cada lunes en Dresde, el movimiento Pegida denuncia una "islamización" de la sociedad alemana y reclama una política más restrictiva en materia de asilo. Alemania, que cuenta con unos 7,6 millones de extranjeros entre su población de unos 81 millones de habitantes, se convirtió en el primer destino europeo de los refugiados.
En pocos meses, el movimiento pasó de congregar cientos de personas a 25.000 en su última manifestación, el 12 de enero. Varios expertos hablan de la aparición de un movimiento populista capaz de desafiar el pasado nazi del país, que hasta ahora frenaba la emergencia de la ultraderecha en Alemania.
INVESTIGADO POR INSTIGACIÓN A LA VIOLENCIA
Bachmann se quiso distanciar de los "extremistas de derecha" y aseguró que la acción de Pegida es "amigable y pacífica". Sin embargo, la justicia decidió la apertura de diligencias contra Bachmann por sospechas de instigación a la violencia en diversos comentarios que escribió en su página de Facebook, en los que calificaba a los peticionarios de asilo de "ganado", "sinvergüenzas" y "chusma".
Según un estudio realizado por la universidad de Dresde, el simpatizante tipo del Pegida proviene de la clase media y es más bien preparado. Para el profesor de Ciencias Políticas Werner Patzelt, los manifestantes de Pegida expresan "una gran cólera dirigida contra los responsables políticos" porque "consideran que no los escuchan".
"UN AGUREJO DE REPRESENTACIÓN"
En su opinión, movimientos como Pegida llenan "lo que se podría llamar un agujero de representación". "La gente que tiene un pensamiento de derecha no encuentra una representación política que tome sus temores en serio", ya que la derecha liderada por la Unión demócrata-cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel desplazó su discurso hacia el centro en los últimos años, insistiendo en particular en lo indispensable de la inmigración para compensar el envejecimiento de la población.
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