Cari amici ed amiche.
Attraverso Facebook, l'amico (e collaboratore de facto) Angelo Fazio mi ha fatto avere l'immagine qui sopra, con un'interessante didascalia in lingua spagnola:
"La osadía Cristiana, porque en la base de todas las derrotas que han caído y llevamos sobre nuestras espaldas está todo un inmenso lastre de pusilanimidad y de apocamiento. Pusilanimidad y apocamiento en las vidas enfermas y raquíticas de los individuos y una postración espiritual innegable y desesperante en nuestra vida pública.Nuestro apocamiento nos ha aconsejado el desasimiento y la resignación. Nada que sobrepase un codo en altura ni nada que vaya más allá de la tierra que pisamos. Sentimos que nuestra personalidad está gravemente enferma de empequeñecimiento y de anemia espiritual.
Grande osadía se necesita para hacer un Santo, grande osadía se necesita para conquistar un Siglo, grande osadía se necesita para ganar un Imperio.
Incansable acometida de cerca de veinte siglos que ha deshecho las conquistas de los más grandes capitanes, que han ganado incontables batallas en los dominios del pensamiento, de la ciencia, del arte y de la acción, ¿Qué tienen que hacer los pusilánimes, los cobardes y los apocados? Nada, mejor dicho, si tienen que hacer: deben retirarse.
Son un lastre y un fermento de miedo que contagia y siembra el pavor, más aún: la posición lógica del verdadero cristiano, es decir del verdadero católico es la osadía.
Cuando se abandonan las alturas dominantes de la vida o no se tiene atrevimiento para ganarlas, todo logrará subir, menos Cristo que ha querido y quiere ascender en nosotros y con nosotros. Hemos pagado muy cara nuestra deserción porque por haber renunciado a ser reyes, hemos venido a ser esclavos y hoy no hay más remedio que subir. Y para subir el único camino está en ser verdaderos valores y por tanto, en salir de nuestro apocamiento y de nuestra pusilanimidad. Necesitamos poner ya desde hoy, en la raíz de nuestra vida la osadía querremos volvernos sobre nosotros mismos para golpearnos hasta el desangramiento y valor. Y hechos altos y robustos valores, siempre bajo el soplo de la osadía, querremos y sabremos y podremos abrirnos paso, aplastar todos los obstáculos y ascender.
Se repite el espectáculo glorioso del Domingo de Ramos y a despecho de los legionarios del Cesar de la rabia de los verdugos, para otra vez por millonésima vez siempre radiante de juventud de osadía, sentado sobre su pollina, mientras de grietas de todos los sepulcros, de los labios inmensamente abiertos de todas las bocas “de catorce millones de bocas” y de los cuatro ángulos de nuestra Patria se levanta más estruendoso que nunca el “Hosanna” del siglo, el “hosanna” de estos momentos de guerra, el “hosanna” que clavan todos los días en el puño de los perseguidores todos los perseguidos y que es el “Viva Cristo Rey” que hace pocos días dijeron de rodillas trescientos millones de católicos.
Y el Cristianismo (Ideológica e históricamente considerado) es la doctrina de la osadía santa, de la santidad y del bien.
Juntar sus dos manos mojadas en el odre nuevo de la vida, la juventud, con la perenne juventud de Cristo, es lo mismo que fijar la dirección de la propia osadía y ponerla en fecunda y directa función con el bien, con la verdad y con el propio destino.
Es muy conocida la frase: “Audaces fortuna juvat” es decir, la fortuna se rinde a los audaces, y está es una gran Verdad. Todos los éxitos y todas las alturas han sido y seguirán siendo de los audaces. Y porque Cristo es la audacia más alta que ha pasado y sigue pasando a través de la Historia, ha sido y seguirá siendo el más afortunado.
Y mientras los viejos del cuerpo y del alma tiemblan y se azoran delante de todos los riesgos y se entregan a la parálisis, a la inercia y a la indecisión de los que nada saben atreverse, ellos “Los Mártires y los Santos” llenan sus ánforas en la corriente de la osadía eterna y marchan tranquilos en presencia del inmenso riesgo de ser Mártires y de ser Santos.
Pero la juventud si sabe, si quiere, si puede ir y estar en el cruce de los riesgos ásperos de esta hora de sombra. ¡De pie, toda entera recia juventud de mi Patria! Que allí en el cruce tormentoso de todos los riesgos, presente, allí por encima de los puños crispados de los verdugos, allí por encima de la legión de los pretorianos, allí por encima de la noche profunda de todas las cárceles y de todos los calabozos, se te vea, en plena embriaguez ante la belleza del riesgo extender largamente, ansiosamente tus brazos y juntar tus manos, olorosas a primavera y mojadas en savia nueva de encino joven y fuerte, con las manos de Cristo, mojadas en la sangre de todas sus batallas y que de esa inmensa embriaguez con Cristo (por encima de todos los verdugos) salgan la
Iglesia y la Patria, rescatadas, radiantes y rejuvenecidas.".
Ringrazio Angelo che è una fonte di materiale utile per fare questi articoli.
In un certo senso, questo blog è anche suo.
Essere cristiani non vuole dire essere pusillanimi, anche quando questo ha un costo.
Io, per esempio, ho visto amicizie personali rompersi, come ho dovuto avere qualche discussione con qualche mio parente, per le mie idee religiose.
Ora, mi viene a pensare a tutti coloro che combatterono per difendere la cristianità europea.
Parliamo, ad esempio, di quei cristiani che nel 722 combatterono per difendere la roccaforte di Covadonga (in Spagna) dai Mori.
Essi diedero in inizio a quella che fu la Reconquista.
Parliamo anche della I Crociata, che nel 1095 permise ai cristiani di riprendersi Gerusalemme e all'Impero Bizantino di riprendersi una buona parte dell'Anatolia, che fu tolta dai Turchi Selgiuchidi ventiquattro anni prima, con la sconfitta bizantina di Manzikert, nel 1071.
Parliamo anche dei Martiri di Otranto, quelle persone che nel 1480 furono massacrate dai Turchi Ottomani che dopo la presa di Costantinopoli (29 maggio 1453) puntavano a prendere Roma.
Parliamo anche della vittoria alla Battaglia Lepanto, nel 1571.
Questa vittoria impedì ai Turchi di minacciare seriamente l'Europa, che dopo l'Assedio di Vienna del 1529 furono davvero pericolosi.
Tanta gente morì in queste battaglie, per difendere l'Europa.
Se tutta questa gente che combatté e morì per difendere l'Europa cristiana fosse viva oggi e se vedesse questa Europa scristianizzata e priva di un'identità, avrebbero molti motivi di essere disgustati.
Questa Europa, che vende le chiese, permette i matrimoni gay e arresta chi è ad essi contrario, non ha nulla a che fare con l'Europa dei vari Costantino I, San Benedetto da Norcia, Sant'Edoardo il Confessore, Costantino XI Paleologo, don Giovanni d'Austria ed altri.
Intanto, questa Europa muore.
L'Islam cresce al suo interno, mentre noi perdiamo la nostra identità.
Volete scommettere che, per esempio, a qualcuno possa venire in mente di fare togliere la statua di don Giovanni d'Austria che si trova a Messina?
Se c'è già chi vuole eliminare la "Divina Commedia" di Dante dalle scuole (perché secondo alcune menti malate essa incita all'islamofobia e all'omofobia) ci saranno anche quelli che toglieranno le statue di eroi (come per l'appunto don Giovanni d'Austria) o le croci dalle chiese.
Termino, invitandovi a leggere l'articolo de "La Nuova Bussola Quotidiana" che è stato segnalato dall'amica Francesca Padovese e che è intitolato "I Dossier di BQ".
Riflettiamo!
The Liberty Bell of Italy, una voce per chi difende la libertà...dalla politica alla cultura...come i nostri amici americani, i quali ebbero occasione di udire la celebre campana di Philadelphia nel 1776, quando fu letta la celeberrima Dichiarazione di Indipendenza. Questa è una voce per chi crede nei migliori valori della nostra cultura.
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Il mio libro, in collaborazione con Morris Sonnino
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Il peggio della politica continua ad essere presente
Ringrazio un caro amico di questa foto.
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